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miércoles, 24 de febrero de 2010

Hamilton Naki

Hamilton Naki, que murió el 29 de mayo a los 89 años, empezó de jardinero en la Universidad de Ciudad del Cabo. Luego limpió las jaulas del Departamento Médico y, más adelante, trabajó como anestesista de animales. Lo más importante es que su destreza hizo posible el primer trasplante de corazón humano.



La muerte de Hamilton Naki, condenado durante casi cuatro décadas al anonimato por su condición de negro, nos recuerda uno de los episodios más vergonzosos de la medicina moderna.

Nacido hacia 1926 en una aldea del antiguo protectorado británico del Transkei (provincia de El Cabo), todo parecía condenarle -como al resto de sus compatriotas negros- a una existencia mísera en el inicuo régimen del apartheid. Poco a poco, sus capacidades le fueron granjeando puestos de responsabilidad. De limpiar jaulas pasó a intervenir en operaciones quirúrgicas a los animales del laboratorio, donde tuvo la oportunidad de anestesiar, operar y, finalmente, trasplantar órganos a animales como perros, conejos y pollos. De manera encubierta, Naki se había convertido en técnico de laboratorio.



Él a menudo ingrato trabajo de experimentar con animales le permitió afinar sus dotes quirúrgicas: "Ahora puedo alegrarme de que todo se sepa. Se ha encendido la luz y ya no hay oscuridad", dijo éste héroe clandestino al recibir en 2002 la orden de Mapungubwe, uno de los mayores honores de su país, por su contribución a la ciencia médica. Hasta sus últimos días, uno de los mayores cirujanos del siglo sobrevivió con una modesta pensión de jardinero.

Hamilton Naki enseñó cirugía durante 40 años y se retiró con una pensión de jardinero de 275 dólares al mes. Pero eso no le importó. El siguió estudiando y dando lo mejor de sí, pese a su discriminación
Cuando el apartheid acabó, le concedieron una condecoración y un diploma de médico honoris causa.

Fuente:
http://www.elmundo.es/elmundo/2005/06/13/obituarios/1118652511.html
http://www2.uah.es/vivatacademia/ficheros/fijos/grua.htm

miércoles, 17 de febrero de 2010

Aymara

"El aymara es un lenguaje andino hablado por aproximadamente un millón y seiscientos mil personas, en las proximidades del lago Titicaca." Con estas palabras concisas de Jorge P. Arpasi, posteriormente reformuladas, más tarde ampliadas y luego infinitamente copiadas por todo internet, se iniciaba la portada de Aymara Uta hace no tantos años. Consciente o inconscientemente había una intención informativa en esas palabras; un amplio mundo de internautas desconocía -y aún desconoce- la existencia no solo de un idioma (el aymara) y unas tradiciones, sino de todo un pueblo en una lucha permanente por no abandonarse a la desaparición y al olvido.

Por "pueblo aymara" entendemos al conjunto de individuos que tienen como lengua materna al aymara y también a las personas y grupos que claman para sí su identificación como aymaras. No existe un subgrupo étnico exclusivo del aymara y recíprocamente el lenguaje aymara no puede ser considerado una exclusividad de ningún subgrupo étnico. Esto porque diferentes subgrupos étnicos tales como los Qullas, Lupaqas, Qanchis, Carangas, Lucanas, Chocorvos, Chichas, etc. hablaron aymara desde tiempos pre-incaicos hasta siglos post-incaicos. Geográficamente estos grupos estaban asentados en diferentes lugares de los actuales departamentos de Lima, Ica, Huancavelica, Ayacucho, Arequipa, Apurimac, Cuzco y norte de Puno, zonas de Cochabamba y Potosí localidades, hoy, de habla quechua. Los apellidos Mamani y Quispe, linguísticamente son de indiscutido orígen aymara y son de los más numerosos en diferentes regiones andinas e inclusive urbes del Perú, Bolivia, y Chile. Sin embargo por el proceso histórico de avance del quechua y castellano sobre el aymara muchas personas con estos apellidos claman por una identidad quechua antes que aymara. Otros ni siquiera eso, planean, si no lo han hecho antes, cambiar Mamani ó Quispe por un apellido europeo.




sábado, 13 de febrero de 2010

Internet

``Estamos desarollando una intensa y sostenida conversación con esta gran cosa, un ``inter-medio´´ con dos mil millones de pantallas conectas a ella. El conjunto de estas conexiones -que incluye libros, twetts, películas, juegos, posts, streams- es una especie de libro (o película) global y estamos recién empezando a aprender cómo leerlo. Saber que esta gran cosa está ahí y que estoy en constante comunicación con ella, ha cambiado cómo pienso´´. Kevin Kelly.

Kevin Kelly, (www.kk.org) es una de las figuras más destacadas de la cultura digital. Es autor de Out of Control: The New Biology of Machines; Social Systmeas and the Economic world, entre otros.

Fuente:
Radar-17/1/'10. pág. 4. (www.pagina12.com.ar)

sábado, 6 de febrero de 2010

Aves

`` Si los hombres no los apedrearan me habría gustado ser pájaro;
claro que si no los apedrearan me gustaría ser hombre´´.

www.avesargentinas.org.ar/