En un humilde barrio de Hamburgo hay una institución llamada Sankt Pauli. A los hinchas los une el fútbol y ese marrón que llevan en su camiseta. Pero el Germano se convirtió en uno de los clubes más populares de Europa por sus ideales y por sus acciones en contra del fascismo y el racismo.
La entidad emplazada en el barrio portuario de Sankt Pauli, el más pobre de Hamburgo, el 15 de mayo pasado festejó cien años.
Fue el primer equipo de Alemania en determinar con cláusulas en su estatuto se posición antifascista, antisexista, y antirracista. Y también en colocar una piedra recordatoria a las víctimas del nazismo.
Además, esta temporada ascendió a Primera luego de ocho años deambulando en segunda y tercera división. Sus hinchas se autodenominan los piratas de la liga, por su bandera que muestra una calavera en oposición al sistema capitalista.
Sankt Pauli no creció por títulos conseguidos, si no, dicen, por representar a los sectores olvidados y discriminados, en su barrio de obreros, inmigrantes y estudiantes.
Fuente: Diario Tiempo Argentino. 8/7/10. Año 1, Número 54, pág. 7.
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