Alejandro Garro halló el astro desde su departamento en barrio Nueva Córdoba. Lo hizo con un telescopio y muchos cálculos y estudios.
Desde el balcón del 13º piso del edificio donde vive, Alejandro Garro descubrió y caracterizó una estrella binaria, dos astros que se mueven juntos atraídos por su gravedad. Es el primer astrónomo amateur cordobés en realizar un descubrimiento de este tipo.
Su hallazgo fue publicado la semana pasada en una revista científica especializada en estos objetos estelares, Journal of Doble Star Observations .
Los astrónomos aficionados colaboran con los profesionales en la detección y estudio de asteroides, cometas y estrellas dobles. Alejandro decidió dedicarse al último rubro desde hace poco.
A simple vista o con un telescopio se pueden observar muchas estrellas que están juntas en el cielo. Eso no significa que sean binarias. Se trata de un efecto óptico. Para ser binarias, los astros tienen que estar vinculados gravitacionalmente. Cada uno debe atraer al otro.
Hay unas 100 mil estrellas dobles catalogadas, pero sólo está probado que sean binarias un 10 por ciento. “Una de las tareas de los astrónomos amateur es determinar si son binarias o no. Este par que descubrí no estaba catalogado porque el cielo del sur es el menos estudiado”, explica Alejandro.
El dúo esta a más de 3.600 años luces de la Tierra. Un año luz equivale a 9,5 billones de kilómetros. Muy lejos, aunque dentro de nuestra Vía Láctea. Está ubicado en la constelación Pictor, en las vecindades de la estrella Canopus, la segunda más brillante del cielo sur.
Alejandro siempre fue astrónomo aficionado pero en los últimos tres años se dedica a tiempo completo. En 2010 consiguió que su observatorio Kappa Crucis (“mi modesto punto de observación en el balcón de mi casa”, dice Alejandro) fuera aprobado por el Minor Planet Center para informar sobre asteroides y cometas.
En su balcón tiene montado un telescopio reflector de 20 centímetros de diámetro y mil milímetros de distancia focal. El aparato está motorizado y tiene una cámara especial que le permite fotografiar el cielo para luego analizarlo.
Software y estudio. El trabajo comenzó con una serie de capacitaciones a la distancia con astrónomos amateur de Europa. Luego, Alejandro, ingeniero en sistemas, desarrolló un programa en Java con el que investigó en los catálogos astronómicos disponibles una porción del cielo en busca de estrellas que estén muy cerca y tengan movimientos similares, dos datos que las hace sospechosas de ser estrellas binarias.
“Encontramos ocho con esas características. Corroboramos esos datos en catálogos, las fotografiamos y realizamos las mediciones. Hasta ahora confirmamos que hay un 95 por ciento de posibilidades de que una sea binaria. Las otras son buenas candidatas pero requieren más estudios”, comenta Alejandro.
De esta manera, la estrella va a ser incluida en uno de los catálogos sobre estos astros. “La importancia de las estrellas binarias es que permiten estudiar la evolución galáctica”, explica.
Muy lejos en la galaxia
El dúo estelar descubierto por Alejandro está a más de 3.600 años luces de la Tierra. Un año luz equivale a 9,5 billones de kilómetros. Muy lejos, aunque en nuestra Vía Láctea. Puede verse en la constelación Pictor, cerca de la estrella Canopus, de las más brillantes del Sur.
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